Armando Rodriguez, Poesía visual y caligrama

Mi investigación se centra en la imagen fotográfica, la poesía visual y las fricciones que ocurren entre palabra e imagen. El collage, el fotolibro, el folleto y el procesamiento e impresión de imágenes digitales son técnicas y formatos habituales. Mi práctica artística guarda registros de mi viaje en imágenes. Colecciono jirones,  garabatos, letras sueltas, fragmentos de papel, fotografías anónimas, notas autógrafas y banales, los resquicios de fotos impresas donde aparece un detalle inidentificable. 

video: Sin título, inyección de tinta sobre papel, 30×19,5 cm, 50 ejemplares, autoeditado, 2006.

Poesía visual y caligrama 

Las imágenes no son ventanas abiertas hacia su referente. Son opacas,  se interceptan con otros objetos en el paisaje y se contaminan entre ellas. Las cercanías precipitan el viaje sin fin del ojo entre una y otra. Existente en su pluralidad y con el advenimiento de las tecnologías digitales, el viaje del ojo es arrastrado por una avalancha de imágenes.  Me interesan los objetos que guardan formas de un potencial débil y frágil, que vacila entre el olvido y el redescubrimiento de una singularidad insospechada, sólo revelada con la distancia que brinda la concreción en imágenes. Los modelos que escojo aparecen en la imagen como formas abstraídas del lugar, sin escalas ni signos reconocibles, ausentes de una cultura específica. 

El collage y la (re)composición tipográfica me permiten ejercitar «un ordenamiento de escombros»1. Las letras devienen en imágenes al derruir la composición convencional de la página y rearmar con los restos «algo como el murmullo»2 de sus formas, como anuncia Luisa Richter en uno de sus poemas.

La letra y el recorte de cualquier unidad (así encontrados o cortados ex profeso) los dirijo hacia un orden ambiguo entre la (re)figuración y la propia voz de su materia que no es abstracta,  sino reveladora de su historia particular, distinta a la marcada por sus fines originales. Las letras sueltas se reagrupan en conjuntos que no se leen linealmente, se pueden leer en varias direcciones simultáneamente; o están mordidas, mutiladas y espaciadas entre unas y otras de forma anormal. 

Persigo un conocimiento sobre la producción visual de nuestro tiempo que me permita leer las imágenes a un ritmo propio. Considero que la ganancia de este ritmo es condición previa para cualquier lectura crítica y selectiva de la desmesurada producción visual actual. El uso que hago de motivos extraídos de lo banal, lo infra-ordinario, el humor negro, del erotismo cotidiano y el lenguaje coloquial me sirve para producir lecturas que buscan activamente naufragar en las ambigüedades propias de cualquier imagen.  

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1 y 2. Bayerthal, Federico. Luisa Richter. Caracas: Armitano Editores C. A. 1992. 


Armando Vladimir Rodríguez Hernández, Caracas, 1983. Reside en La Guaira. Licenciado en Artes Plásticas, mención Medios Mixtos, por el I. U. E. S. P. Armando Reverón. Formado en Técnicas de impresión y pre-prensa aplicables a la industria editorial, con un diplomado en Tecnologías para la Producción Pictórica otorgado por el I. U. N. A. en Buenos Aires, Argentina.

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