PAISAJES AFECTIVOS

por David Molina Molina


Programa de Residencia Artística  Macolla Creativa

Patrocinio Sala Mendoza

PAISAJES AFECTIVOS

El paisaje se asimila a través de los sentidos y va más allá de lo físico. Como sociedad le concedemos emociones al espacio y lo modelamos según nuestro propio sistema de referencias, de esta forma podemos vivir en una dimensión cultural latente, viva, en el tiempo y llena de múltiples signos que imprimen el carácter y la identidad de nuestra propia existencia como individuos. Este significado emocional determina aspectos de la cultura, la memoria, la historia y las experiencias que se derivan de nuestras necesidades en un complejo proceso de relación con las cosas.

Para el Programa de Residencia Artística me centré en investigar el valor simbólico y afectivo que le otorgan los pastoreños al lugar que habitan; identificar la forma en que la comunidad interioriza y modela su paisaje. Un ejercicio para encontrarme con la memoria cultural, el tiempo y la naturaleza de la Puerta de Caracas.

Me concentre en la acumulación, recolección y delimitación del espacio a través de apuntes desde lo geográfico para encontrar elementos que caracterizan el paisaje, apoyándome en testimonios, registros fotográficos y visitas guiadas en La Pastora junto al cronista Víctor Zambrano quien fue mi guía por las calles durante la residencia, así pude delimitar y procesar la información necesaria para la construcción del discurso plástico. Esta aproximación me permitió visualizar tres de las principales características de mi observación sobre La Pastora:

La Pastora está rodeada por edificios y casas sin identidad como si fueran un muro que los aparta del resto de la ciudad, esa misma modernidad desmedida es un recordatorio para una sociedad que sobrelleva la improvisación, el caos y la anarquía. Rápidamente los ranchos empiezan a sustituir a las casas coloniales, los materiales modernos las despojan de su identidad de tradición; el barro y la tapia dan paso al ladrillo y el cemento como medida contra el deterioro, se derrumban en silencio, sufren sustracciones de identidad.

Los pastoreños viven al pie del Ávila, la naturaleza se abre paso reconquistando sus tierras y construyendo pequeños bosques pulmón. Esta misma característica geográfica ha determinado la forma como sus habitantes construyen en sus hogares pequeños micro paisajes, en las fachadas y los patios centrales de sus casas coexistiendo con el Ávila de forma natural, este fenómeno es una extensión de su propia percepción del paisaje, son Territorios reconquistados.

conjunto de piezas en cerámica encajonada sobre bloques provenientes de casas derrumbadas en La Pastora.

El barrio de las puertas abiertas oculta celosamente la historia dentro de sus casas, los pastoreños cargan sobre sus hombros el peso del tiempo, en cada esquina, en cada rincón, en cada rostro podemos ver huellas de su cultura y su memoria, cada ciudadano tiene conocimiento de la herencia que resguarda a través de lo anecdótico y la tradición oral, están sometidos a permanecer en el tiempo.

Durante mi residencia pude profundizar y ampliar mis conceptos sobre el paisaje, orientar mi investigación sobre el dibujo, el collage y la cerámica hacia otros medios como la madera, los objetos encontrados y la fotografía, con la finalidad de explorar con otros recursos, materiales y formatos la construcción de un discurso en torno al Paisaje Afectivo.

El intercambio multidisciplinario vino de la mano al grupo de artistas que conforman La Macolla Creativa y que comparten su oficio abiertamente para asistir y orientar al residente en su proyecto, esta dinámica permitió diversificar mi propuesta y ampliar los límites que tenía el proyecto inicialmente abriendo paso a trabajar con otros materiales. La madera y los ladrillos provenientes de casas demolidas le dieron al proyecto un significado histórico y emotivo convirtiendo las piezas en testigos vivientes de La Pastora. Como una de las actividades del patrocinante La Macolla Creativa organizo un conversatorio junto a La Sala Mendoza en su sede donde pude exponer lo que serían los resultados hasta el momento de las investigaciones durante mis recorridos por La Pastora, el público asistente y su interacción brindaron las primeras evidencias de los resultados que concluirían mi proyecto y mi enfoque investigativo.

Finalmente después de 15 días en La Residencia Artística de La Macolla Creativa puedo decir con seguridad que La Pastora es una comunidad cálida y multicultural, que no permanecerá inmóvil, es cambiante y dinámica. La naturaleza que tiene el espacio pastoreño en contextos muy particulares define la vida que existe dentro de su paisaje, un paisaje que se desdibuja constantemente pero se resiste al paso del tiempo.

Equipo de montaje

David Molina Molina junto a Jennina Guzmán y Julian Waldman quienes fueron el equipo de montaje para este ciclo de residencia 2018

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